lunes, 16 de enero de 2012


Todo por seguir trabajando


Reclaman ayuda para cambiar sus viejos camiones. "No queremos que nos regalen nada", aclaran.


Sergio Frit tiene un Ford 400, Mario Colipes maneja un Chevrolet modelo 1957 y Juan Carlos Aguilar posee un Belfort 1961. Los tres forman parte del proyecto de asociación civil de Camioneros de la Tercera Generación de Neuquén y Río Negro. Se reúnen cuando la situación lo amerita en un playón del alto neuquino, en el mismo lugar en el que un puñado se encarga de vender ladrillos a los clientes pasajeros. El grupo reclama al estado ayudas para mejorar o cambiar sus camiones con la correspondiente habilitación para el transporte de cargas.

Sucede que todos sus camiones ya no son aceptados por ninguna empresa aseguradora por su antigüedad. Nadie quiere aceptar camiones que no pasen una revisión técnica ni mucho menos habilitarlos para el transporte de cargas pesadas. Son modelos muy viejos, con 50 o 60 años de rodaje, algunos. Sin embargo son el sustento de más de 400 familias del Alto Valle.

Los camiones no están en condiciones de circular. Pero los choferes deben entrar en la contradicción de salir a trabajarlos para sobrevivir. "Nosotros reconocemos que no estamos en condiciones de transitar, no tenemos seguro, no tenemos técnica, pero tenemos que salir porque es el único sustento de nuestras familias", asegura Sergio Frit, unos de los principales referentes de la asociación. La agrupación surgió a partir de encontrarse en la misma situación un grupo importante de camioneros independientes. Ellos aseguran haber recorrido todas las aseguradoras de Neuquén pero que nadie los quiso asegurar. Juan Carlos señala que uno de los grandes riesgos son los frenos: "Siempre andamos con los frenos al mango, si se nos corta algún freno yo no sé a donde iremos a parar. Las cubiertas que tenemos son viejas al igual que las luces. De igual forma, nosotros todo el mantenimiento que podemos hacerles a los camiones, se los hacemos".

En relación a las actividades que este sector realiza son múltiples: fletes, mudanzas, acarreo de materiales de construcción y un gran número transporta ladrillos. "Nosotros estamos tratando de hacer un cambio, de sacar esta inseguridad por una seguridad", asegura Mario Colipes haciendo mención a su intención de mejorar su herramienta laboral. "Hemos tocado puertas, hemos viajado a Buenos Aires, hablado con el gremio de Moyano aunque no nos atendieron, nos comunicamos con el ministerio de economía, hemos presentado recursos de amparo pero nadie nos da respuestas", afirma Sergio mostrando la documentación correspondiente. Y agrega: "Nosotros no queremos que el Estado nos regale los camiones sino que nos den facilidades para poder adquirirlos trabajando, en cuotas accesibles para nosotros, los trabajadores. Queremos un plan canje donde nos entreguen un vehículo nuevo a cambio de los nuestros. Nosotros queremos que el gobierno nacional nos de facilidades para comprar los camiones, no queremos que nos regalen nada, queremos trabajar y pagar lo que corresponde". En la futura Asociación de Camioneros de la Tercera Generación ya son más de 470 inscriptos, poseen empadronamientos y, según cuentan sus integrantes, siguen sumando adeptos.

"Jamás hemos hecho un corte ni queremos llegar a hacerlo", asegura Frit. Si bien ya han realizado medidas a la vera de las rutas valletanas han pensado en otras alternativas. "Hemos ideado realizar eventos para crear un fondo y parte del fundamento de la asociación es ayudarnos entre todos. Es decir, si a un compañero le falta una rueda, que el fondo permita comprarla y luego pagarla en cuotas", declara el camionero.

Los Camioneros de la Tercera Generación son un grupo independiente del gremio tradicional. Ellos reconocen como un peligro, y a su vez denuncian a sus pares modernos por "tirarles el camión encima" en los viajes en la ruta. "Nuestros camiones cargados van como máximo a 60 u 80 kms por hora", destaca Juan Carlos Aguilar, un camionero con más de 20 años en el rubro. "Nosotros somos precavidos, no queremos chocar. No tenemos seguro, no tenemos plata para arreglar nuestro camión, no tenemos plata para pagarle al otro y ni hablar si le llegamos a hacer daño a un tercero", declara el trabajador.

Este sector no menor del rubro camionero representa y deja entrever una cruda realidad a la que muchas familias deben someterse. Cada día y noche, estas personas salen a trabajar porque son el sustento de sus hogares. Son conscientes del peligro latente de conducir en estas circunstancias; sin embargo proponen hacer un cambio en el que los que menos posibilidades tienen puedan insertarse laboralmente. No quieren nada regalado, solo esperan una mano para seguir en actividad. Hacen todo por trabajar, afirman.

Nota publicada en especial día del camionero en Diario Río Negro del 15/12/11. 

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